Esta no es una cafetería cualquiera amigos, ¡es toda una leyenda viva! Y es que son poquitos los locales que pueden presumir de llevar abierto más de cincuenta años y aún menos los que son fieles a su decoración original durante tanto tiempo. No se si calificar al dueño de tacaño o visionario, el caso es que en estos tiempos que lo vintage es casi una religión, HD se ha vuelto uno de los locales de moda gracias al tándem que hace con su internacional cocina.
El sitio tiene un indudable encanto que te atrapa poco a poco. Me costaba parar de observar todos los detalles que tiene. Las fotos de la pared, el saloncito pegado al ventanal, los espejos, las lámparas, el televisor ... todo muy bonito, muy nostálgico, pero siempre a la sombra de su magnífica carta. En ella puedes encontrar entrantes de todo tipo, ensaladas para todos los gustos, sandwiches de lo más variados, un menú del día muy pintón (que pienso probar) y unas hamburguesas que son todo un fenómeno social y el motivo principal de esta primera visita.