Si hay una cita que personalmente me suscita un gran interés, esa es la ruta de la paella y arroces. Un ruta que durante un mes engalana a Madrid con menús la mar de atractivos en los que reinan arroces de primerísima categoría que uno no debe perderse si anda por la capital. Una oferta que te permite conocer a todo tren ofertas tan imprescindibles cómo la de “Que si quieres arroz Catalina” … probablemente el mejor arroz de la ciudad según pude comprobar en esta y en la anterior edición que organiza exitosamente estrategias and marketing de Nacho Sandoval.
A los mandos de esta casa que ostenta el talibanista certificado de wikipaella, se encuentra Alfonso Lara. Uno de esos tipos que miden cada movimiento y que en aras de ofrecer un producto de calidad y fiel al origen, se recorrió la comunidad Valenciana de arriba abajo para aprender con cada cucharada. Gastronómicamente el resultado es impecable, al igual que lo es el palacete en el que se encuentra este restaurante ubicado en la zona más señorial de la Casa de Campo. Un marco incomparable lleno de nobleza y luz en el que ninguna comida puede salir mal. Lugar que es necesario compartir y visitar con cierta frecuencia casi por prescripción médica.
El menú diseñado para la ocasión refleja a la perfección la filosofía de "Catalina". Producto, trato impoluto y ejecución clavada. Que te reciban con una riquísima empanada sólo es un ligero presagio del festival que estar por venir. Festival que empieza con un excelente pan de cristal, tomate y anchoa y se confirma con uno de los mejores tartar de atún con aguacate que he probado. Un plato del que se ha abusado en la hostelería, pero que aquí encuentra un matiz diferenciador con un marinado magnífico y un picante realmente adictivo.
Pero antes de que llegase el rey de la casa no podía faltar el cazón en adobo y las croquetas de jamón. Dos bocados santo y seña de la casa llenos de sabor. Personalmente me quedo con la melosidad y el acertado rebozado de las croquetas, aunque no hay que desdeñar el toqué cítrico del cazón. Un insuperable prolegómeno al pase principal que iba a ratificar las palabras del propio Alfonso, el cual sin pudor alguno aseguraba que era su favorito y lo mejor de la casa.
Y lo cierto es que su paella valenciana (hay que reservarla con antelación) merece una valoración a parte aunque el arroz del señorito madrileño también tiene mucho que decir. Más allá de que lleva todo lo que un purista de este plato pediría, incluyendo el garrofón, el arroz gozaba de un punto inmejorable y de un sabor delicioso que pocas madres y abuelas podrían superar. Era un lujo irse encontrando ingredientes exquisitos a los que servidor confiesa estar enganchado. Caracoles a parte, las alcachofas eran mantequilla y del conejo mejor no hablamos. Lógico que con todos estos antecedentes hubiera lucha de tenedores para rascar esa joya de la gastronomía española que es el socarrat.
Cómo colofón final me encontré un denso tocinillo de cielo que encontraba en la ralladura de lima un inesperado socio que aportaba acidez y frescura a un postre que suele acabar empalagando bastante. El último acierto de un menú absolutamente redondo y acertadamente maridado por el blanco, rosado y tinto de bodegas Azpilicueta, patrocinador del evento. Así que sólo queda despedirse y recomendar por última vez que se pasen por esta casa a disfrutar de un arroz con mayúsculas. Para mi el mejor de la ciudad ... sin dudas.
DIRECCIÓN: C/ Principal de Provincias, 9 - Madrid
TELÉFONO: 91 464 77 77
WEB: quesiquieresarrozcatalina.com
FACEBOOK: facebook.com/qsqacatalina
INSTAGRAM: No tienen cuenta
TWITTER: twitter.com/qsqacatalina
A los mandos de esta casa que ostenta el talibanista certificado de wikipaella, se encuentra Alfonso Lara. Uno de esos tipos que miden cada movimiento y que en aras de ofrecer un producto de calidad y fiel al origen, se recorrió la comunidad Valenciana de arriba abajo para aprender con cada cucharada. Gastronómicamente el resultado es impecable, al igual que lo es el palacete en el que se encuentra este restaurante ubicado en la zona más señorial de la Casa de Campo. Un marco incomparable lleno de nobleza y luz en el que ninguna comida puede salir mal. Lugar que es necesario compartir y visitar con cierta frecuencia casi por prescripción médica.
El menú diseñado para la ocasión refleja a la perfección la filosofía de "Catalina". Producto, trato impoluto y ejecución clavada. Que te reciban con una riquísima empanada sólo es un ligero presagio del festival que estar por venir. Festival que empieza con un excelente pan de cristal, tomate y anchoa y se confirma con uno de los mejores tartar de atún con aguacate que he probado. Un plato del que se ha abusado en la hostelería, pero que aquí encuentra un matiz diferenciador con un marinado magnífico y un picante realmente adictivo.
Pero antes de que llegase el rey de la casa no podía faltar el cazón en adobo y las croquetas de jamón. Dos bocados santo y seña de la casa llenos de sabor. Personalmente me quedo con la melosidad y el acertado rebozado de las croquetas, aunque no hay que desdeñar el toqué cítrico del cazón. Un insuperable prolegómeno al pase principal que iba a ratificar las palabras del propio Alfonso, el cual sin pudor alguno aseguraba que era su favorito y lo mejor de la casa.
Y lo cierto es que su paella valenciana (hay que reservarla con antelación) merece una valoración a parte aunque el arroz del señorito madrileño también tiene mucho que decir. Más allá de que lleva todo lo que un purista de este plato pediría, incluyendo el garrofón, el arroz gozaba de un punto inmejorable y de un sabor delicioso que pocas madres y abuelas podrían superar. Era un lujo irse encontrando ingredientes exquisitos a los que servidor confiesa estar enganchado. Caracoles a parte, las alcachofas eran mantequilla y del conejo mejor no hablamos. Lógico que con todos estos antecedentes hubiera lucha de tenedores para rascar esa joya de la gastronomía española que es el socarrat.
Cómo colofón final me encontré un denso tocinillo de cielo que encontraba en la ralladura de lima un inesperado socio que aportaba acidez y frescura a un postre que suele acabar empalagando bastante. El último acierto de un menú absolutamente redondo y acertadamente maridado por el blanco, rosado y tinto de bodegas Azpilicueta, patrocinador del evento. Así que sólo queda despedirse y recomendar por última vez que se pasen por esta casa a disfrutar de un arroz con mayúsculas. Para mi el mejor de la ciudad ... sin dudas.
DIRECCIÓN: C/ Principal de Provincias, 9 - Madrid
TELÉFONO: 91 464 77 77
WEB: quesiquieresarrozcatalina.com
FACEBOOK: facebook.com/qsqacatalina
INSTAGRAM: No tienen cuenta
TWITTER: twitter.com/qsqacatalina
Unas paellas excelentes sin duda.
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