Desencaja es un sitio que descubrí las navidades pasadas gracias a la maravillosa app de eltenedor.es cuando buscaba un restaurante en el que celebrar la comida de navidad de mi empresa. Un plato de simples lentejas y una tarta de manzana (con la que lloré), me dieron motivos más que suficientes para querer volver ... cosa que hice hace relativamente poco. Eso si, esta vez con la cámara a cuestas y con ganas de contar mi experiencia.
El restaurante de Iván Sáez es un sitio en el que puedes encontrar una auténtica cocina de mercado en constante movimiento dónde los números cuadran y los clientes disfrutan y obtienen motivos suficientes para volver cada poco tiempo. Ninguna visita será igual a la anterior o mejor dicho, ninguna visita será igual a otra ... esa es la gracia. Aquí el mercado manda y el chef aprende, evoluciona y madura con el paso del tiempo; y eso por lógica, se ve reflejado en el nivel de los platos. Una propuesta más arriesgada de lo que pueda llegar a parecer, pero que a mi me convence después de haberlos visitado por partida doble. Me gusta la gente valiente!!!
La sala por fortuna la han retocado respecto a mi primera vez. Han añadido unas sillas comodísimas y cuatro cositas en las paredes que dotan al espacio de una mayor calidez, elegancia y originalidad. Queda chulísimo el mural de cajas de cartón con el cohete en medio que preside la sala, aparte que da sentido y nombre a este peculiar restaurante y sus menús. Aún así creo que el local tiene mucho más potencial, por lo que los animo a seguir invirtiendo para conseguir que la experiencia sea aún mucho mejor. No dudo en que lo harán.
La propuesta gastronómica también ha crecido ya que no se sujetan a sus dos menús degustación cómo hacían anteriormente. Ahora tenéis disponible una carta y un menú del día que cómo pude comprobar en la mesa de al lado, tiene muy buena pinta (15€). Personalmente creo que la magia de este local reside en sus dos completos viajes (a la luna-32€ y al centro de la tierra-40€) que juegan con la sorpresa de no saber que vas a tomar hasta que te lo sirven. ¡No preocuparSUS! Siempre os preguntan antes de empezar por alergias y gustos personales para poder adaptarse y no dar disgustos al personal ;)
En esta ocasión volví a decantarme por el viaje a la Luna, un menú que empieza con una caja de cartón que contenía un snack brutal: el bacalao desencajao. Una brandada de bacalao deliciosa en el bote, la piel tipo corteza y un bacalao orly exquisito. Todo esto acompañado por una salsa diabla de achiote que ponía ese toque picante y redondeaba un gran inicio que se vio estropeado por el espárrago fresco con su salsa, vinagreta de judia verde, tomate huevo y berberecho que vino a continuación. Salsas y matices muy ricos, pero claro, con una evidente falta de cocción que alargó la sombra de este plato.
Afortunadamente el rumbo se corrigió con un plato sencillo cargadísimo de sabor. Un huevo frito de pollito con tierra de pan y perretxiko cargado de intensidad y con un gusto totalmente distinto al huevo tradicional al ser de las primeras puestas. Muchas veces simplificar es el camino correcto cómo quedó demostrado con este plato.
¡Turno del pescado! Iván nos brindó una fantástica merluza asada con pak choi salteado de verduras y germinados. Plato perfecto para realzar el producto principal, con una cocción perfecta y unas verduras que aportaban puntos frescos y texturas. No es un plato con el que vibrar y saltar de emoción, pero estaba francamente rico. Una correcta transición para lo que fue el plato carne, la estrella del menú.
El jarrete de cordero asado con verduras al curry fue un plato memorable, redondo con el que todos en la mesa disfrutamos mucho. El toque del curry es fantástico pero son las verduras las que dan sentido a un producto cocinado a la perfección. No es el de Santceloni, pero rinde a un buen nivel. No me importaría volver a encontrármelo porque estaba sabrosísimo.
Y para terminar, una demostración del buen hacer de esta casa. En Desencaja no entra nada elaborado a excepción de las bebidas y el pan (gran virtud), por lo que a este postrazo hay que darle el mérito que se merece. El coulant de chocolate con helado de Baileys y crema de frutos rojos con el que rematamos la función, es probablemente de los mejores que he probado en mi vida. Una muerte lenta y deliciosa por chocolate que ya le gustaría tener a más de un restaurante de cierto prestigio. Me dieron ganas de levantarme, ir hacia la cocina, y hacer una reverencia a su creador. CHA-PÓ!
Este restaurante tiene algo que no sabría describir con palabras pero que definitivamente me gusta. Es una extraña mezcla entre la pena que da despedirse de algunos platos que te han encantado, con la curiosidad y la inquietud de que te puedes encontrar en la próxima visita. Por eso mismo la considero una propuesta divertida, aparte que va cargada de sabores muy nobles y buenas cocciones pertenecientes a una cocina de las de toda la vida. De esas que no quieren tener nada en el congelador.
La cuenta salió por algo más de cuarenta euros por barba sin haber pedido vino, por lo que tirando de full pack seguramente se pase de los cincuenta euros. Una más que correcta relación-calidad-precio que hace aún más interesante esta propuesta que sólo me chirrió por un trato a veces algo cargante ... de corte antiguo cómo digo yo. Personalmente me gusta más una atención desenfada propensa a las bromas y al buen rollo ya que va más con mi carácter. Pero cómo todo ... es sólo mi humilde opinión.
Mi recomendación es que os dejéis desencajar un poco, no os arrepentiréis.
DIRECCIÓN: Paseo de la Habana, 84 - Madrid
TELÉFONO: 91 457 56 68
WEB: dsncaja.com
FACEBOOK: facebook.com/desencajarestaurante
INSTAGRAM: instagram.com/desencaja_rest
TWITTER: twitter.com/desencaja_rest
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