A ritmo del gran Kenny Rogers, me dirigí esta semana al restaurante americano por excelencia en Madrid: el Alfredo's Barbacoa. Un local que lleva respetando su propuesta desde que abrieron allá por 1981 (casi na'). Todo un emblema que a pesar de su evidentísimo éxito (siempre está lleno), nunca ha caído en la tentación de comercializarse por cuatro perras gordas. Esa esencia que respiras nada más entrar a su local, a parte de ser clave en esta experiencia, es sencillamente impagable.
Su interior consigue trasladarte al típico saloon yankee de madera apagada. Y es que a la barra de la entrada (Juan Hurtado), sólo le falta el típico borracho que pide tragos de Bourbon al grito de ¡OTRA!, para que realmente te creas que estás allí. El doble mantel, las estampitas, los póster, las banderolas ... y un concierto folk de fondo, hacen de este sitio tan cutre, algo especial. Casi casi imposible de describir.
Su carta es sencilla y sin sorpresas. Entrantes básicos, ensaladas, barbacoa y las hamburguesas de las que todo el mundo habla. Son estas últimas el motivo de mi visita, ya que tengo la clara intención de seguir engordando la nómina del #BurgerRanking.
Las hay de dos tipos: la Alfredo's de 160 gramos de carne de cebón y la Súper de ¡250 gramacos! para la cual hay que tener dos páginas websss bien puestas. Comerla sin renunciar a los magníficos postres caseros que tienen se me antoja imposible. Eso si, las combinaciones son cero gourmet, perfectas para los más puristas y amantes del producto estrella. En mi caso me decanté por la burger Philadelphia con su cremoso queso, riquísima cebolla a la parrilla y bacón que le añadí (0',75€) de manera opcional. A parte que también cambié la papas fritas por una patata a la brasa muy digna (0,95€).
El primer bocado a esta preciosidad fue orgásmico, el segundo de incredulidad, en el tercero me entraron ganas de besarla y al cuarto ya quería hacerla el amol. Cómo diría Carmen de Mairena: que cara, que gesto, ¡PERO QUE COÑO ES EEEESTO! Nunca pude imaginar una carne tan sumamente deliciosa, capaz de derretirse en la boca y de inundar todas las papilas gustativas habidas y por haber. La más intensa que he probado hasta la fecha.
En conjunto con el resto, hacía de esta hamburguesa algo perfecto dónde destacaba ese toque picante de la cebolla. Merecedora de estar en lo más alto de un ranking que empieza a apretarse al entrar grandes locales cómo este en escena.
Ahora, que si pensáis que lo gordo había terminado aquí, estáis muu equivocados. Y es que sus postres, en especial esta pedazo de tarta de queso con frutas del bosque, están de toma pan y moja. Super densa, con un gusto a queso que predomina y una galleta por debajo de las que se deshacen. Perfecta. También la puedes tomar con galleta oreo triturada o al almaretto (sin rima) en vez de frutas del bosque.
¿Que no te gusta la tarta de queso? Pues la tarta de manzana con helado de vainilla tiene una pinta tan memorable que pienso probarla dentro de poquito¡! También tienes el brownie completo de la casa. Vamos, un no parar.
La verdad es que espero volver pronto y probar esa salsa barbacoa de la que tan orgullosos están. Hasta entonces sólo puedo decir que gracias a esta gente me lo he pasado auténticamente teta. Salí más feliz que un regaliz y eso no tiene precio ... ¿o si? Burger con suplementos más postre y agua sale por unos dieciséis euros. Muy contenido de precio, por no decir fantástico teniendo en cuenta el festín.
Dejaros de franquicias, de simplás y de tontás. Si queréis comida americana, este es el lugar perfecto. El mejor local para tomar carne a lo bestia que os pueda recomendar un humilde foodie cómo yo.
DIRECCIÓN: C/ Juan Hurtado de Mendoza, 11 - Madrid
TELÉFONO: 91 345 16 39
WEB: alfredos-barbacoa.es
FACEBOOK: facebook.com/AlfredosBarbacoa
INSTAGRAM: instagram.com/alfredosbbq
TWITTER: twitter.com/alfredosbbq
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