Este restaurante en cuestión de meses se ha convertido pese a su juventud, en una de las referencias del ocio madrileño. Su terraza, una de las pocas que dan sentido al after work, ha lanzado al estrellato a este local que va más allá del copeo o las tapas. Doña Tecla guarda una cocina digna de mención, dónde la calidad y el buen trato del producto prevalece ante todo.
No esperéis platos internacionales, presentaciones creativas o fusión de sabores. Aquí miman lo de siempre, pero cómo nunca. Prueba de ello es su genial menú del día el cual pude probar y disfrutar en esta visita. Un menú que todos los miércoles ofrece un cocido completo con una pintaza espectacular por sólo dieciséis euros. Todo un chollazo que pienso catar la próxima vez que vaya, ya que en esta preferí probar los guisantes con almejas y el atún a la plancha con crema de calabaza que ofrecían.
Dos platos que definen lo dicho anteriormente, producto y sabor elevado a la enésima potencia. Los guisantes estaban sencillamente espectaculares con un saborazo que tiraba para atrás. El caldo era oro líquido y hacía que los ojos te dieran vueltas con cada cucharada. Sin duda lo mejor del día. Sencillo, sin revoleras y con mucha verdad.
El atún a la plancha tiene menos misterio, pero no menos sabor. Hacía un gran tándem con la crema de la calabaza que por si sola contaba su propia historia. Lo importante es que nunca quitaba el protagonismo (a pesar de la cantidad) al producto principal, el cual estaba realmente bueno. Una demostración de lo bien seleccionado que tiene sus alimentos y de lo bien mimada que tiene a su clientela.
Y para terminar este espectacular menú, dude entre un yogur casero con frambuesa o la mousse de chocolate. Me incliné por la segunda ya que tenía el día algo chocolatero. Un acierto ya que la intensidad que tenía este postre, me endulzó el resto de la tarde (lo agradecí). Francamente rica y recomendable para los que le gustan el cacao más fuerte.
Doña Tecla me ha demostrado que la modernidad está muy bien, pero que no lo es todo. Los sabores y platos de siempre tienen mucho que decir, más aún si la materia prima es excelente cómo es el caso. Empiezo a contar los días para volver y probar ese cocido, o la carta que seguro que es digna de otro post en el blog.
Un sitio agradable, muy bien decorado, al que os invito que vayáis. Estoy convencido de que no os defraudará.
DIRECCIÓN: C/ Pintor Juan Gris, 2 - Madrid
TELÉFONO: 91 116 95 85
WEB: doñatecla.com
FACEBOOK: facebook.com/donateclamadrid
INSTAGRAM: instagram.com/donateclamadrid
TWITTER: twitter.com/donateclamadrid
Y para terminar este espectacular menú, dude entre un yogur casero con frambuesa o la mousse de chocolate. Me incliné por la segunda ya que tenía el día algo chocolatero. Un acierto ya que la intensidad que tenía este postre, me endulzó el resto de la tarde (lo agradecí). Francamente rica y recomendable para los que le gustan el cacao más fuerte.
Doña Tecla me ha demostrado que la modernidad está muy bien, pero que no lo es todo. Los sabores y platos de siempre tienen mucho que decir, más aún si la materia prima es excelente cómo es el caso. Empiezo a contar los días para volver y probar ese cocido, o la carta que seguro que es digna de otro post en el blog.
Un sitio agradable, muy bien decorado, al que os invito que vayáis. Estoy convencido de que no os defraudará.
DIRECCIÓN: C/ Pintor Juan Gris, 2 - Madrid
TELÉFONO: 91 116 95 85
WEB: doñatecla.com
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