Aprovechando que tenía el treinta por ciento de descuento con la aplicación de "El Tenedor", he visitado esta famosa hamburguesería que va ya (nada más y nada menos) por su séptimo local en Madrid. Y así puedo seguir diseñando el #BurgerRanking que tanto éxito y opiniones está teniendo.
Antes de entrar en harina, me gustaría aclarar que la carne de Kobe es un producto muy exclusivo, y cuando digo exclusivo digo caro ... muy caro. Por eso mismo me molesta bastante que la gente no llame a las cosas por su nombre con tal de ganar cuatro perras más cómo es el caso. Todo el marketing de Pecado Carnal gira alrededor de este producto cuando la carne que trabajan es raza de Japonesa mezclada con Angus y criada en España, es decir, ni se la puede considerar Wagyu.
Siguiendo a lo mío. Imagino que cada local tendrá su rollo y decoración propia. El que yo visité (Alberto Aguilera) era bastante simple y contribuía especialmente al ahorro energético. Cuando salí a la calle me sentí cómo un vampiro cuando le da la luz. A mi lo de comer en penumbras cómo que no me va.
Gastronómicamente la cosa tampoco fue para dar saltos. Me pedí la Goat Burger (Cebolla caramelizada, queso de cabra y frutos del bosque) y me encontré una carne que estaba buena, pero no tanto cómo esperaba, una cebolla decentemente caramelizada, y un queso de cabra con los bordes tan quemados, que eran auténtico plástico. A parte que al queso le faltaba sabor por todos los lados.
Lo peor de todo fue la guarnición. No se si serían patatas de bolsa, pero desde luego sabían cómo si lo fueran. Es un detalle que en otras hamburgueserías o restaurantes americanos no encuentras, por lo tanto juega mucho en su contra.
Lo peor de todo fue la guarnición. No se si serían patatas de bolsa, pero desde luego sabían cómo si lo fueran. Es un detalle que en otras hamburgueserías o restaurantes americanos no encuentras, por lo tanto juega mucho en su contra.
De postre cogí la New York Cheesecake. La galleta se digiere con facilidad, pero la textura de la tarta se hace un poco complicada. Es más dura que una quesada y por lo tanto hay que trabajarla mucho en boca antes de tragarla. De sabor no anda desencaminada, aunque un poco de intensidad y de queso no le vendría nada mal.
En resumidas cuentas: Pecado Carnal es un sitio dónde hacen las cosas con cierta suficiencia, pero no la necesaria cómo para hacerme volver. Puede que cada local sea un mundo y las cosas se hagan de maneras diferentes, pero de momento lo que yo he probado es un cinco muy raspado.
Seguiremos probando hamburgueserías y el tiempo y los bocados, los pondrán en su sitio.
DIRECCIÓN: C/ Alberto Aguilera, 19 - Madrid
TELÉFONO: 91 502 45 28
WEB: pecado-carnal.com
FACEBOOK: facebook.com/PecadoCarnal.restaurantes
INSTAGRAM: instagram.com/pecadocarnal
TWITTER: twitter.com/pecado_carnal
DIRECCIÓN: C/ Alberto Aguilera, 19 - Madrid
TELÉFONO: 91 502 45 28
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