En mi afán por seguir descubriendo los mejores menú del día de la capital, me acerqué a conocer este restaurante de cocina moderna que tal y cómo pude comprobar in situ, es todo un éxito. Es cierto que fui a comer más tarde de lo normal, pero hacía tanto tiempo que no tenía que esperar para poder sentarme, que se ma había olvidado lo que era. Un local lleno casi siempre garantiza buen hacer entre fogones, y este sitio no es la excepción.
Esperar a que tu mesa quede libre tiene sus ventajas. Por ejemplo puedes ver que plato tiene mejor o peor pinta, observas las reacciones de la gente, si hay caras largas ... un cotilleo previo que te ayudar a elegir, a entender el éxito y a observar detalles en la decoración que normalmente se te escaparían.
La decoración diría que es algo peculiar. Principalmente destacan los intensos manteles fucsias y sus paredes moradas, pero dejando esto de lado, El Séptimo tiene una trabajada ornamentación que hace que el local sea bastante acogedor. Se hace muy agradable la comida, más aún si tienes la suerte de comer cerca del ventanal cómo fue el caso.
El menú del día cuesta 13,40€ y no es cocina moderna lo que ofrecen precisamente pero oye, todo estaba muy rico, que es lo que importa al fin y al cabo. Antes de elegir te ponen una bola de queso Philadelphia para comer con unos palitos de zanahoria. Algo sencillo que nos abre el apetito y que puedes picotear a lo largo de toda la comida. A parte tienes el pan calentito que para los que son paneros cómo yo, es maná caído del cielo.
De primero me pedí una deliciosa crema de puerros con piñones tostados. Sabor, sabor, sabor y sabor. Una crema muy bien hecha que para los días de frío viene que ni al pelo. Y de segundo la estrella del día: rissotto de chipirones con queso Idiazábal. El arroz en su punto, con la melosidad perfecta y un sabor que tiraba para atrás en el cual se identificaban perfectamente a los dos grandes protagonistas del plato. Cómo le dije al jefe de sala, estaba soberbio. Plato digno de cualquier carta y de una buena arrocería.
En el postre tuve la gran suerte de toparme con una tarta de manzana casera que cómo bien sabéis, es uno de mis dos postres favoritos. Esta en particular estaba bastante buena aunque un pelin dulce de más que hizo que resultara algo empalagosa al final. Un trozo más pequeño hubiera ido que ni pintado, pero para el dulce cada cual tiene sus límites. El detallazo de esta tarta, era la galleta tipo crumble que le daba un punto buenísimo.
En definitiva, El Séptimo resultó tener un muy buen menú del día dónde prima el sabor y el buen hacer. Se va a posicionar muy merecidamente por la zona noble del recién estrenado ranking #Menudeando por Madrid. Es un sitio que debéis de apuntar ya sea para el menú o para probar la carta que tiene aún mejor pinta.
PD: El trato del personal de sala es exquisito. Cordial y cercano. Se agradece.
En el postre tuve la gran suerte de toparme con una tarta de manzana casera que cómo bien sabéis, es uno de mis dos postres favoritos. Esta en particular estaba bastante buena aunque un pelin dulce de más que hizo que resultara algo empalagosa al final. Un trozo más pequeño hubiera ido que ni pintado, pero para el dulce cada cual tiene sus límites. El detallazo de esta tarta, era la galleta tipo crumble que le daba un punto buenísimo.
En definitiva, El Séptimo resultó tener un muy buen menú del día dónde prima el sabor y el buen hacer. Se va a posicionar muy merecidamente por la zona noble del recién estrenado ranking #Menudeando por Madrid. Es un sitio que debéis de apuntar ya sea para el menú o para probar la carta que tiene aún mejor pinta.
PD: El trato del personal de sala es exquisito. Cordial y cercano. Se agradece.
DIRECCIÓN: C/ Diego de León, 7 - Madrid
TELÉFONO: 91 562 29 40
WEB: elseptimo.com
FACEBOOK: facebook.com/elseptimorestaurante
INSTAGRAM: No tienen cuenta
TWITTER: twitter.com/el_septimo
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