Antes de empezar a escribir he tenido que hacer un ejercicio de contención personal. Y es que Garabato consigue que baje a trabajar a Albacete con el mejor ánimo posible a pesar de los más de doscientos cincuenta kilómetros que nos separan. Sólo con saber que a mediodía voy a poder disfrutar de uno de los mejores menús del día que he probado a lo largo y ancho de este país; pues cómo que la cosa se ve de otra manera.
Hay que reconocer a Jesús Castedo (chef), que haya conseguido imprimir a esta cocina un aroma de vanguardia que a su vez no reniega de sus raíces: la tradicional gastronomía manchega. Lo mejor de todo es que puedes probar su propuesta por tan sólo doce euros, que es lo que cuesta un menú del día el cual consta de dos entrantes fijos, un principal a elegir y postre.
Con un simple y económico menú, tienes a tu alcance una cocina diferente, divertida, con mucho sabor y un producto sensacional. La experiencia me dice que esto es algo muy difícil de encontrar y por eso trato a Garabato cómo a un oasis en el desierto.
Cómo suelo hacer siempre, me senté enfrente del show cooking y esperé a que me "cantaran" el menú con esa pasión y seguridad que suelen transmitir sus camareros. Esta vez de entrantes tocaban ternera a la jardinera y una mini tosta de boletus.
No os podéis hacer una idea de cómo estaba el estofado. Era sabor, sabor, sabor y luego más sabor. La ternera estaba deliciosa y perfecta de cocción. Pero es que la salsa era manjar de dioses ya que en ella podías encontrar todos los sabores del plato y disfrutarlos por cada rincón del paladar. Estoy convencido de que la cocción de este puchero le ha llevado mucho tiempo. El resultado ha merecido mucho la pena.
La mini tosta hacia de enlace con el segundo. Yo la hubiese añadido al nombre la palabra jamón, que es lo que destaca nada más ver el plato, pero eso es más bien cuestión de gustos. El boletus estaba bien integrado y al final era resultón en boca. Aún así no deja de ser un pincho que te puedes encontrar en muchos bares (de los buenos).
De plato principal, escogí la opción "pescatera" cómo acostumbro a elegir aquí. Es un local con un muy buen proveedor. Aún recuerdo un San Pedro con salsa de pera que era una auténtica locura.
Esta vez tocaba bacalao con puré de coliflor el cual no se quedaba corto precisamente. La salsa tenía un punto dulcecito que jugaba muy bien con el característico sabor de este pescado. Ambos elementos por separado estaban muy buenos, pero es que juntos era un espectáculo. Y para más inri, tenías una salsa de aceitunas que le daba rock & roll al plato. Por separado no me hacía mucha gracia ya que no soy un admirador de la aceituna; pero integrada con los demás elementos, le daba ese matiz fuerte y necesario, que en ningún momento restaba protagonismo a lo que realmente importaba del plato.
Y cómo traca final terminé con su particular barrita energética. Helado, chocolate, praliné, fresas elaboradas (no me acuerdo la técnica) y krispies. Todo hecho por ellos y con un resultado para chuparse los dedos. Un bocadito de este postrazo es el sueño de todo goloso. Espero tener suerte y volver a encontrármelo algún día.
En resumen sólo puedo decir que a mi me tienen ganado cómo cliente habitual desde hace tiempo. Estoy convencido de que si lo probáis, haréis lo indecible para que casualmente, tengáis que parar a comer en Albacete cada vez que tengáis la oportunidad. Visita obligatoria.
DIRECCIÓN: Plaza Altozano, 6 - Albacete
TELÉFONO: 967 219 068
WEB: restaurantegarabato.com
FACEBOOK: facebook.com/RestauranteGarabatoAlbacete
INSTAGRAM: instagram.com/restgarabato
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